lunes, 3 de noviembre de 2014

Pasó menos de un minuto...

“Pasó menos de un minuto para darme cuenta de lo que sentía, estaba enamorada. Suponía saber cual era el rumbo de mi historia. Intenté pararlo, pero ya era demasiado tarde, las mariposas ya tocaban mi estómago. El insomnio arrumbaba mis noches, tú asaltabas mis tardes. Al verte, era como si un niño estuviera huyendo de un payaso. Claramente yo huía del amor, huía de ti, huía de mi misma, huía de todos. Nunca me había gustado nadie, era difícil llamar mi atención. Cuando pasaste frente a mí, fue como si hubieras tenido un reflector sobre ti. Te dije todo lo que sentía por ti, solo una vez me derrumbaste. De ser indestructible me volví de lo más susceptible. Me temblaba la voz, no podía mirarte fijamente, alteraste todos mis sentidos, enfrente de ti yo no era nada, ni siquiera podía oír mis latidos. Te soñaba, imaginaba como sujetabas mi mano y me decías te quiero. En mis sueños me sentía la persona más afortunada, despertaba con una sonrisa irreal, amarga, pero era lo único que tenía. Me sentí por ratos enferma, simplemente no podía negar que te amaba. Nunca me imaginé que me enamoraría en el fondo, y menos que lo nuestro terminaría tan rápido. Quisiera saber si aún me quieres, nunca lo supe, quisiera que lo digas. Ahora te irás, algún día llámame, para saber como estás…”

Texto encontrado en mis cosas viejas, desconozco el autor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario